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enero 21, 2024

Café Consciencia: un enfoque innovador de la psicoterapia Gestalt en Monterrey

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Café Consciencia: un enfoque innovador de la psicoterapia Gestalt en Monterrey

Resumen

El presente estudio analiza cómo impacta la pertenencia a grupos significativos en el sentido de vida de personas adultas de la ciudad de Monterrey, para descubrir formas más funcionales de relacionarse con enfoque Gestalt, mediante casos de estudio. Aprovechando la existencia de un grupo de encuentro que se reúne semanalmente con reglas de comunicación que promueven el contacto, como son: Hablar en primera persona, tratar de ser honestos, no emitir juicios y asumir responsabilidad sobre la actuación en el grupo. Es un estudio cuasiexperimental, utiliza como instrumento las encuestas, dirigidas a cinco participantes de dicho grupo de encuentro, por medio de estudio de casos y usando la técnicas fenomenológica y hermenéuticas, aborda la hipótesis de carencia de grupos significativos en la vida de los adultos y de aquí descubre las distintas formas como estos se comunican tanto consigo mismos (comunicación interna), como con los demás (comunicación externa) e investiga cómo estas formas de comunicarse repercuten en su sentido de vida.

Palabras clave: Autenticidad, Autoconcepto, Comunicación, Psicoterapia Gestalt, Sentido de Pertenencia.

Introducción

El presente artículo evidencia un análisis de cómo impacta la pertenencia a grupos significativos en el sentido de vida de personas adultas de la ciudad de Monterrey, para descubrir formas más funcionales de relacionarse con enfoque Gestalt, mediante casos de estudio. Mientras realicé el servicio social, noté como una y otra vez las terapias de grupo tenían un efecto que llamaré “resonancia” y que consiste en que algo que trabaja o mueve un participante del grupo se convierte en una herramienta no planeada en la terapia de otro de los miembros del grupo. Además de estas resonancias los grupos tienen otras ventajas como lo es por ejemplo generar un sentido de pertenencia al compartir problemáticas y temas íntimos, desarrollo de confianza al lograr abrirse una persona frente a los demás y un impacto positivo en la autoestima al sentirse una persona escuchada y aceptada, permitiéndose ser auténtico frente al grupo. Al terminar el servicio social quise profundizar en estas experiencias y formé un grupo de encuentro abierto, donde el único requisito es aceptar y cumplir las reglas de comunicación que implican: mantener la confidencialidad de lo abierto en el grupo, hablar en primera persona de la manera más honesta posible, no juzgar y hacerse responsable cada uno de su actuación en el grupo. Este grupo se llama Café Consciencia, lleva más de un año funcionando en Monterrey y es el principal inspirador para la presente tesis.

El diseño de la investigación, partiendo de los antecedentes en un viaje por la evolución de las ideas que nos llevan a la aceptada idea hoy de la importancia de ser feliz y como las relaciones sanas son cruciales en ello. Seguido por el planteamiento del problema o situación problemática; que tiene que ver con la paradoja actual donde vivimos rodeados e interactuamos en “redes sociales” y cada vez más solos. El planteamiento de las preguntas de investigación:

● ¿Cómo impacta la pertenencia en un grupo significativo en el sentido de vida de una persona adulta en la ciudad de Monterrey?

● ¿De qué manera influye la cultura consumista actual en el sentido de vida de un adulto en la ciudad de Monterrey?

● ¿De qué manera afectan las formas de comunicación en la calidad de vida de un adulto en la ciudad de Monterrey?

● ¿Cómo influye el autoconcepto en las formas de vincularse de las personas adultas de la ciudad de Monterrey?

Se continua con la descripción fenomenológica, contiene las cinco entrevistas hechas a cinco de los participantes del grupo de encuentro Café Conciencia de la ciudad de Monterrey. La entrevista aborda las formas de comunicarse tanto consigo mismo como con los demás buscando encontrar las posibles relaciones entre la forma de comunicarse, la autoestima y la formación de grupos significativos y cómo impacta esto en el sentido de vida de una persona.

Antecedentes

No hace tanto tiempo que en occidente surge la necesidad o importancia de ser feliz y esto tiene que ver con el desplazamiento de las ideas meramente religiosas por el pensamiento racional, es con la ilustración que va adquiriendo más énfasis la idea de disfrutar esta vida y no otras posibles.

El hombre al cubrir sus necesidades básicas y tener más tiempo para reflexionar va incrementando en profundidad respecto a sus deseos y aspiraciones. Se puede ver como el vínculo entre felicidad y sentido de pertenencia va evolucionando en las ideas siguientes:

Para Freud (2017) el sentido de la vida para las personas estaba reducido al principio del placer. En 1930 publica su último documento “el malestar en la cultura” en el cual plantea que lo que los hombres a través de su conducta nos permiten reconocer como fin y propósito de la vida humana es la felicidad ininterrumpida, la cual se manifiesta en dos tendencias, la búsqueda del placer y la evitación del dolor. Explica también cómo el sufrimiento es más fácil de encontrar que la felicidad y enumera tres causas principales para el sufrimiento; el cuerpo, la angustia como alarma ante el mundo exterior y las relaciones con otros seres humanos. Es decir, las relaciones con los otros son vistas principalmente como fuente de sufrimiento y aunque es una posibilidad bastante real se puede ver en los siguientes ejemplos como también son fuente de felicidad y realización. Frankl (2018) en 1946 en contraste con Freud (quien como se vio en el párrafo anterior coloca las relaciones con otros como una causa de sufrimiento), asocia el sentido de vida de una persona con la posibilidad de esta de aportar los elementos que la hacen única al servicio de los demás. Es decir, la vida cobra sentido en función de los demás, cuando la persona puede desarrollar sus potenciales en el servicio a los otros, “en su orientación hacia la comunidad trasciende de sí mismo el sentido del individuo.” (P147)

Maslow (1948) plantea por primera vez una jerarquía de necesidades del hombre donde propone como el organismo en caso de tener más de una necesidad frustrada, priorizará la necesidad más baja y las clasifica por orden jerárquico de menor (más básico) a mayor (más profundo) como:

Necesidades fisiológicas, necesidades de seguridad, necesidades de estima y necesidades de trascendencia. De acuerdo con este orden se puede ver como el sentido de pertenencia (situado dentro de las necesidades de estima) se presenta de manera más clara cuando se tienen las necesidades fisiológicas cubiertas y cómo precede o es necesario tenerla cubierta antes de que surja lo trascendente como es el sentido de vida. Es decir, la necesidad de pertenencia debe ser cubierta como prerrequisito del sentido de vida.

Finalmente, Powell (2012) en 1998 resalta aún más la necesidad de vínculos significativos al condicionar el desarrollo de la persona (o falta de éste), en gran medida por nuestra manera de actuar en comunidad “lo que yo soy en cualquier circunstancia dentro del proceso de mi conversión como persona será determinado por mis relaciones con aquellos que me aman o que se niegan a amarme, con aquellos a quienes amo o a quienes me niego a amar” (P41).

El pensamiento en torno a la felicidad y las relaciones, de acuerdo con los autores citados en orden cronológico, muestran una evolución desde la mera búsqueda del placer hacia la trascendencia y como esta última es imposible sin una sana integración del individuo en el contexto social.

Exploración teórica

En el presente apartado, se plantea la necesidad del ser humano de pertenecer a uno o más grupos significativos, entendiendo como grupo significativo aquel donde las particularidades que hacen único al individuo sean respetadas y puestas al servicio del grupo, enriqueciendo tanto al individuo como al grupo. Paradójicamente se verá cómo la cultura actual dificulta la existencia de estos grupos significativos.

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Se plantea que en las personas operan dos tendencias, la tendencia a diferenciarse que se denominará eje vertical y la tendencia a integrarse socialmente, la cual se denominará eje horizontal. Como elementos de diferenciación del individuo eje vertical se incluyen; autoconcepto / autoestima, visión de mundo, valores y vocación.

Como elementos sociales (eje horizontal) se incluyen; tipo de apego, comunicación, familia, comunidad, sentido de pertenencia y cultura. Se sugiere que la fuerza tiende a balancear lo vertical y lo horizontal al amor. Amor entendido en este contexto como el vínculo afectivo que se da en los grupos donde el individuo puede vivirse y expresarse de manera más auténtica y plena enriqueciendo al grupo y a sí mismo; donde el yo y el nosotros se vinculan por medio de un hecho trascendente y común, dando sentido a la vida.

Se verá entonces cómo el sentido de vida está relacionado con la integración de las capacidades de una persona para diferenciarse de manera saludable (eje vertical), así como con su capacidad para poner esta unicidad al servicio de una comunidad (eje horizontal).

Paradójicamente, la cultura actual no siempre ayuda a lograr esta integración. Eje vertical en la evolución de los organismos es crucial la tendencia a diferenciarse, como es en el caso de la concepción; donde a partir de la fusión del óvulo y el esperma, las células generadas van diferenciándose, cambiando sus características de un modo permanente dando forma a distintos elementos del nuevo individuo en gestación.

En la psique del ser humano existe la misma tendencia a diferenciarse, Jun (2010, P99) le define como: “Individuación significa llegar a ser un ente singular, y, en cuanto entendemos por individualidad nuestra singularidad más íntima, última e incomparable, llegar a ser sí- mismo.” El camino de la individuación comienza con el nacimiento del niño. En esta primera separación física de la madre precede a la separación psicológica, para el niño pequeño no hay una división entre él y lo otro, con el tiempo esta separación se obtiene como una identidad independiente o autoconcepto. Este autoconcepto se irá transformando conforme el individuo crece y evoluciona.

Autoconcepto y autoestima

De manera simple, el autoconcepto es el conjunto de imágenes conscientes o inconscientes que el individuo tiene sobre sí mismo. Tanto a nivel individual como en la evolución de la especie el autoconcepto surge desde un estado de fusión, donde el individuo no se diferencia del medio y va adquiriendo forma vía un proceso que se conoce como individuación. Deben de pasar unos meses antes de que el niño llegue a reconocer a otra persona en su carácter de tal y sea capaz de reaccionar con una sonrisa, deben pasar años antes de que el chico deje de confundirse a sí mismo con el universo: Hasta ese momento sigue mostrando esa especie particular de egocentrismo típico de los niños; un egocentrismo que no excluye la ternura y el interés hacia los otros, puesto que los “otros” no han sido reconocidos como realmente separados de él mismo. (Fromm, 2008, P49). A nivel especie el Yo surge como resultado del incremento de complejidad en el cerebro humano. Csiksentmilhalyi (2008) habla de la aparición del Yo como una necesidad evolutiva.

Ante el creciente contenido de señales que recibía el organismo humano al contar con un cerebro cada vez más complejo. Para organizar y priorizar la creciente oleada de sensaciones que recibían nuestros antepasados surge un elemento concentrador y controlador de estas señales. Este elemento es el Yo: “Al tener la sensación de contar con algo en nuestro interior que dirigía la consciencia, le dimos un nombre –el Yo– y lo consideramos lo más normal del mundo” (P51).

El autoconcepto no es un elemento terminando, surge durante la infancia y va cambiando junto con las experiencias de la persona. La transformación del autoconcepto generalmente se da de manera inconsciente sin embargo también puede ser consciente y voluntario.

Virginia Satir habla de este poder de auto actualización del autoconcepto en forma voluntaria como puede verse en el siguiente fragmento de su declaración de autoestima: Puedo ver, escuchar, sentir y hacer. Tengo los medios para sobrevivir, para estar unido a los demás, para ser productivo y encontrar sentido y orden en el mundo de las personas y cosas que están fuera de mí.

Me pertenezco y, por tanto, puedo construirme.

Yo soy yo y estoy bien. (Satir, 1998, P43). La autoestima es el conjunto de emociones y sentimientos relacionados con el autoconcepto y es fundamental en la salud psicológica de un individuo y en su capacidad de amar “la autoestima es la capacidad de valorar el yo y tratarnos con dignidad, amor y realidad.

“Cualquier persona que reciba amor, estará abierta al cambio” (Satir, 1998, PP 35,36). Junto con la noción del Yo, de manera complementaria surge lo no-Yo, es decir la visión del mundo. Visión del mundo. El autoconcepto y la visión de mundo son términos complementarios ya que el autoconcepto está formado por todas las imágenes del Yo y la visión del mundo corresponde a todo lo que es no –Yo–. Debido a esta complementariedad al definir uno se define automáticamente el otro y al cambiar la percepción en uno se actualiza también en el otro. Gonzalez-Garza, habla de esta necesaria dualidad sujeto-objeto de conocimiento, como requerimiento de todo conocimiento.

“No podemos negar o ignorar esta necesidad humana de dividir la realidad circundante cuando menos en dos elementos: el sujeto y el objeto, para poder alcanzar el conocimiento simbólico de la realidad dual que nos rodea” (González-Garza, 1993, P49).

Mediante la asimilación de experiencias el conjunto autoconcepto – visión de mundo va enriqueciéndose en lo que se puede denominar nivel de consciencia.

Nivel de Consciencia

Se puede ver en las diferentes etapas de la vida de una persona, aunque no todas las personas llegan al mismo desarrollo de consciencia. Assagioli (1996) habla de las diferentes etapas de conciencia haciendo una analogía entre lo filológico y lo ontológico:

Estadio Infantil

Como primera etapa describe nivel de consciencia infantil y destaca los límites inferiores y superiores que caracterizan este estadio; dentro de los límites inferiores plantea la rudeza, la violencia, una cierta barbarie, cierta astucia y tendencia al engaño, cándido egoísmo y una escasa sensibilidad ante el sufrimiento ajeno. Como ejemplo se puede citar: los héroes homéricos de la Ilíada.

En cuanto a los límites superiores se destacan: la pureza, inocencia, naturalidad, devoción y obediencia. Como ejemplo los devotos de una religión.

Estadio Adolescente

Con el inicio de la reflexión crítica esta etapa entra en crisis, surge un deseo vehemente de independencia y conflicto con la autoridad, es el estadio titánico y prometeico que viene con una acentuación de la autoconciencia y la autoafirmación. Este es un estadio inarmónico y caótico, incómodo para quien lo vive como para los que conviven con él.

Aspectos inferiores: Exceso de autoafirmación, intransigencia, intolerancia y falta de respeto y comprensión hacia los demás. Aspectos superiores: Generosidad, valor, audacia, sentido de la belleza y sentido del honor.

Estadio adulto

Finalmente, la emotividad cede al razonamiento y se pierde cierta exuberancia vital y un crecimiento de las facultades mentales y racionales. Aspectos inferiores: Rigidez, aridez, escepticismo y cinismo. Aspectos superiores: Armonía, equilibrio y eficiencia.

Estadio Maduro

En esta etapa se debería ya estar más libre y tranquilo, sin embargo, es donde los caminos se separan hacia la sabiduría o la decrepitud. Aspectos inferiores: Decrepitud Aspectos superiores: Sabiduría.

Si bien durante el crecimiento desde la infancia a la adolescencia la evolución de la consciencia se da de manera natural, a partir del estado adulto se requiere de la voluntad del individuo para seguir creciendo en nivel de consciencia.

Maslow hace referencia a la persona sana o persona buena como a aquella que se hace responsable de su propio crecimiento.

Persona buena se la puede llamar también persona que evoluciona, persona responsable de sí misma y de su propia evolución, personal plenamente esclarecida, despierta o lucida, persona plenamente humana auto realizada, etc. (Maslow, 2011, P39).

En la medida que se haya crecido de manera sana en los diferentes estadios de consciencia; mientras más libre haya sido su transitar por cada uno de estos estadíos se habrá podido desarrollar los aspectos superiores. De tal manera que, un individuo sano es aquel que ha podido alcanzar los aspectos o valores superiores del nivel de conciencia en el que se encuentre.

A mayor nivel de conciencia mayor capacidad de relacionarse con el mundo y aceptarlo tal cual es.

Valores

Anteriormente se estableció la autoestima como el resultado emocional del autoconcepto que se tiene de sí mismo con los valores que el que el individuo tenga como deseables. Estas comparaciones tienen implícito un juicio de lo que es bueno y lo que es malo.

Cikszentmihalyi (2008) divide lo malo de lo bueno en términos de entropía y entropía negativa. Es decir, malo, lo que tiende al desorden, al caos, confusión, incapacidad de trabajar y alcanzar objetivos y el, bien por el contrario, relacionado con el orden, la claridad, previsibilidad, armonía y las actividades con sentido que llevan a satisfacer los propios deseos.

Frankl habla de tres tipos de valores. Valores creadores, que son aquellos que están implicados en la actividad del hombre, los vivenciales, que se refieren a aquellas experiencias que en sí mismas tienen sentido y por último, los valores de actitud, que tienen que ver en la forma de encarar eventos complicados.

La vida siempre tiene sentido; nos puede exigir crear algo, disfrutar lo que nos presenta o bien afrontar la situación con una actitud positiva. Se trata de una vida con sentido. (Frankl, 2018).

Maslow (2011) deduce los valores de las entrevistas realizadas por él a sujetos acerca de cómo se sienten durante y después de una experiencia cumbre. Experiencias profundas, estéticas, como los éxtasis creativos, momentos de amor maduro, experiencias sexuales perfectas, amor paternal y maternal, etc. Encontrando que en esos momentos el mundo parece: Verdad, belleza, totalidad, trascendencia de la dicotomía, proceso vivo, unicidad, orden, alegría, simplicidad.

Autosuficiencia.

Tanto Cikszentmihalyi, Maslow y Frankl conectan de alguna manera los valores con sentido a la vida de una persona. Maslow (2011) enfatiza además cómo las personas autorrealizadas participan en alguna causa exterior, en una llamada del destino o vocación, dónde la dicotomía trabajo-goce desaparece y se desarrollan los “valores del Ser.”

Vocación

En el concepto de vocación se conjuga el Ser con el hacer y el Yo con el Tú. La palabra vocación viene del latín vocatio que significa llamado. Una vocación pone en juego nuestros intereses y gustos con nuestras aptitudes para brindar un servicio a los demás. Frankl habla acerca de la vocación y la importancia de esta en el sentido de vida de una persona. “El trabajo puede representar, en particular, el espacio en que la peculiaridad del individuo se enlaza con la comunidad, cobrando con ello su sentido y su valor” (Frankl, 2018, P204).

La vocación es entonces un vínculo entre el eje vertical y el eje horizontal, así como un elemento clave en un autoconcepto y autoestima funcionales, ya que es en la vocación donde las características particulares de un individuo (eje vertical) se ponen al servicio de su comunidad (eje horizontal) Csikszentmihalyi habla de la tendencia evolutiva hacia este equilibrio o armonía entre lo horizontal y lo vertical “ La armonía suele alcanzarse mediante cambios evolutivos que implican un aumento en la complejidad de un organismo, es decir, aumento tanto en diferenciación como en integración” (Csikszentmihalyi, 2008, P229).

La vocación en el mejor de los casos implica una elección basada en el autoconocimiento. Maslow (Maslow, 2011, P 139) habla sobre las elecciones basadas en el autoconocimiento. “Cuanto más conoce uno su naturaleza, sus íntimos deseos, su temperamento y su constitución, lo que busca y anhela, lo que realmente le satisface, tanto más fáciles, automáticas y epifenomenales son sus elecciones de valor.”

Finalmente, Ken Robinson habla del “elemento” como el camino más seguro en la realización del individuo. Algunos elementos para nuestro desarrollo están en nuestro interior. Incluyen la necesidad de desarrollar nuestras aptitudes personales. Encontrarlas y alentarlas es el camino más seguro para garantizar nuestro crecimiento y nuestra realización como individuos (Robinson, 2009, P337).

Cabe aclarar que puede haber más de una vocación, por lo tanto, sería correcto hablar de vocaciones.

Sentido de vida

Hasta aquí se ha hablado de elementos del eje vertical, es decir elementos que hacen a una persona diferente a otra y se ve que en la medida que estos sean sanos mayor será la calidad de vida de la persona.

El término sentido de vida adquiere importancia a raíz de las publicaciones de Victor Frankl y el desarrollo de la Logoterapia basada y en la filosofía existencial que dan a la vida de cada individuo no solo la oportunidad sino la responsabilidad de la realización en cada uno de sus actos y con esto dar sentido a su vida.

Como el hombre puede descifrar la ruta de su deber, partiendo de su propio ser, no cabe nada mejor que atenerse a las palabras de Goethe: “¿Cómo puede uno conocerse a sí mismo? Nunca por la reflexión, pero sí por medio de la acción. Intenta cumplir con tu deber y sabrás enseguida lo que hay en ti. ¿Cuál es tu deber?

Sencillamente, lo que el día reclama”. (Frankl, 2018, P119) ¿Qué da sentido a una vida? el sentido es hacia afuera. La vida tiene sentido cuando damos lo mejor de nosotros. Cuando estamos comprometidos en la acción sin esperar algo a cambio.

Csikszentmihalyi (2008) llama a estos momentos fluir y establece una serie de requisitos para que se de este fluir: Objetivos claros con retroalimentación inmediata (saber en todo momento cómo se está haciendo), las habilidades personales se ajustan al desafío presentado por la acción, concentración en la tarea realizada, sensación de control potencial, pérdida del sentido de uno mismo y del tiempo y la acción vale la pena en sí misma.

En general se puede decir que la vida tiene sentido cuando existe un propósito que rebasa los eventos del camino hacia dicho propósito y el cual se ajusta a nuestras capacidades, valores e intereses y nos permite crecer y fluir impactando nuestra autoestima y autoconcepto en forma positiva.

Eje Horizontal

El aumento en complejidad evolutiva depende como ya se vio de la diferenciación (eje vertical) y a su vez depende de la capacidad de integración de los similares. Un conjunto de células forma un tejido, un grupo de soldados, un batallón, un grupo de individuos, una tribu, etcétera.

Taropio llama a esta tendencia, la modalidad femenina de la consciencia Tanto en la mujer como en el hombre, la modalidad femenina de la consciencia está orientada hacia los vínculos, hacia la percepción y el cuidado del otro, las redes, la naturaleza, la corporalidad, el sentimiento, los logros comunitarios, la interdependencia, el encuentro (Taropio, 2007, P112).

La capacidad de socialización del individuo está dada en buena medida por su autoestima. Una persona con una autoestima alta tiende a tener un buen concepto de los demás y con ello podrá establecer vínculos basados en confianza mutua.

Tipos de apego

El vínculo del individuo en sus primeras etapas de vida, con la figura de un cuidador representa para este la diferencia entre la vida y la muerte y desempeñará el factor principal respecto a la manera de vincularse socialmente en la vida adulta.

La teoría del apego es una teoría desarrollada por John Bowlby, enriquecida por su discípula y colaboradora Mary Ainswoth que se centra en la interacción entre principalmente madre e hijo o cualquier adulto protector.

Existe, de acuerdo con esta teoría una etapa que va de los seis meses a aproximadamente dos años en la que el niño desarrolla una capacidad de vincularse más o menos sana dependiendo de la capacidad, sensibilidad y receptividad de los adultos que interactúan con él en esta etapa.

De acuerdo con la frecuencia e intensidad de experiencias de abandono en el niño, esté formará uno de cuatro tipos de apego; seguro, inseguro ambivalente, inseguro evitativo y desorganizado/desorientado.

La teoría del apego fue extendida a las relaciones sociales del adulto, en particular románticas al final de los años 1980 y validaron que:

Los adultos con apego seguro tienden a tener una visión más positiva de sí mismos, sus parejas y sus relaciones. Se sienten cómodos tanto en la intimidad como en la independencia.

Los adultos preocupados-ansiosos (inseguro-ambivalente en el niño) buscan más intensamente la intimidad, aprobación y respuesta de la pareja, volviéndose excesivamente dependientes. Ellos tienden a ser menos confiados, tienen una visión menos positiva de sí mismos y de sus parejas, y pueden presentar altos niveles de expresividad emocional, preocupación e impulsividad en sus relaciones.

Los adultos Independientes-evitativos (inseguro-evitativo en el niño) desean un alto nivel de independencia, muchas veces evitando por completo el apego. Ellos se consideran autosuficientes, invulnerables a los sentimientos de apego y sin necesidad de relaciones cercanas.

Tienden a reprimir sus sentimientos, distanciados de sus parejas de quien por lo general tienen una visión negativa.

Por último, los adultos asustados-evitativos (desorganizado/desorientado en el niño) tienen sentimientos encontrados sobre las relaciones, tienden a desconfiar de sus compañeros y se ven a sí mismos desvalorizados. Como los despegados-evitativos, los asustados evitativos tienden a buscar menos intimidad, reprimiendo sus sentimientos (Bowlby, 2014).

El adulto con apego seguro de Bowlby tiende a generar lo que Maslow denomina relaciones desinteresadas, mientras que los adultos con apegos inseguros generan relaciones interesadas, Maslow las denomina de estas maneras dependiendo de si se valora a la persona por sus virtudes objetivas o por un valor utilitario que represente.

El hombre motivado por la deficiencia depende mucho más de los otros que quién está motivado predominantemente por el desarrollo. El primero, es más “interesado”, más necesitado, más dependiente y ansioso que este último. Esta dependencia atenúa y limita las relaciones interpersonales. La contemplación de las personas esencialmente como solución de las propias necesidades o como fuentes de ayuda es un acto de abstracción. No se las contempla como un todo, como individuos unitarios e integrados, sino tan sólo desde el punto de vista de su utilidad. Lo que no guarda relación con las necesidades del perceptor es pasado por alto o produce aburrimiento, irritación o incluso un sentimiento de amenaza. Con ello nuestras relaciones se sitúan al nivel de las que mantenemos con las vacas, los caballos y las abejas, o de las que sostenemos con los camareros, taxistas, porteros y otros a quienes utilizamos. Una percepción completamente desinteresada, objetiva y holística de otro ser humano sólo es posible cuando no se necesita nada que provenga de él, en una palabra, cuando no se le necesita. La percepción ideográfica, estética, de la persona como un todo resulta mucho más fácil de conseguir para quienes se auto realizan (o en momentos de autorrealización); además, la aprobación, admiración y amor se basan menos en la gratitud por una función utilitaria que en las cualidades objetivas e intrínsecas de la persona percibida. Se le admira por cualidades objetivamente admirables, más que porque adule o alabe. Se le ama porque es digno de amor y no porque él proporcione amor. (Maslow, 1968, P.64).

Como conclusión podemos decir que una persona sana tiene un apego seguro; es aquella con una buena autoestima, que busca su crecimiento y que por lo general tiene buenas relaciones consigo misma y con los demás. Una persona sana tiene buena comunicación consigo misma y con los demás.

Comunicación

La comunicación en el ser humano va más allá de un simple intercambio de información. Siempre estamos en constante comunicación con nuestro entorno y con nosotros mismos. Robbins afirma al respecto: El dominio que usted tenga de la comunicación hacia el mundo externo, determinará su grado de éxito con los demás (en los aspectos personal, emocional, social y económico). Pero lo que es más importante, el grado de éxito que usted perciba interiormente (la felicidad, la alegría, el éxtasis, el amor o cualquier otra cosa que usted desee) es resultado directo de cómo se comunica usted consigo mismo. (Robbins, 2012, P29).

Satir (1988) establece la importancia de la comunicación en todo lo que ocurre entre los seres humanos y establece como el factor principal para una buena comunicación una buena autoestima.

Satir aclara que la comunicación es aprendida, que los bebés aprenden a partir de las experiencias que tienen con sus cuidadores y que es en los primeros cinco años donde se forman ideas sobre nosotros mismos, de los demás y de lo que es posible e imposible para nosotros en el mundo. Agrega también Satir que, así como la comunicación es aprendida, es posible cambiarla si así se desea y establece que en cualquier momento todo individuo aporta los mismos elementos en la comunicación:

  • Aportamos nuestros cuerpos (lenguaje corporal).
  • Aportamos nuestros valores.
  • Aportamos nuestras expectativas.
  • Aportamos nuestros cinco sentidos.
  • Aportamos nuestra capacidad de hablar.
  • Aportamos nuestro cerebro (pensamientos, memorias, creencias, conocimiento, etc.).
  • Actitudes que generan comunicación conflictiva.
  • Baja autoestima.
  • Miedo de lastimar los sentimientos de los demás.
  • Me preocupan las represalias de los demás.
  • Temo la ruptura de nuestra relación.
  • No quiero imponer.
  • No me doy cuenta de que nada que no sea yo, y no quiero dar significado alguno a los demás o a la interacción misma.

En todos los casos anteriores el individuo no se da cuenta de que genera dobles mensajes y el interlocutor puede verse tentado a elegir entre lo verbal y lo no verbal o bien ignorar ambos, cambiando el tema. Los siguientes son cuatro tipos de comunicación disfuncional:

Calculador

El tipo de comunicación calculadora se caracteriza por palabras muy razonables, un lenguaje corporal frío y un mensaje interior de indefensión.

Distractor

Usa palabras que carecen de sentido o no tienen relación directa con el tema, lenguaje corporal en fuga (escapando de la situación) y con un mensaje interior de poca importancia o de no pertenecer.

Aplacador

Usa palabras para apaciguar, de aceptación incondicional, lenguaje corporal de víctima y mensaje interior de minusvalía y dependencia.

Acusador

Es el complemento del aplacador, usa palabras de desacuerdo, lenguaje corporal de mando y mensaje interno de incomprensión. Nivelador. (Satir, 1998).

Cuando los mensajes verbales, corporal e interior son congruentes. Este tipo de comunicación genera confianza y puentes de unión entre las personas, el mensaje es congruente y se toman en cuenta las necesidades de ambos lados de la comunicación.

La comunicación como se ve es el elemento que nos permite generar vínculos nutricios, para que esto suceda es necesario una comunicación honesta y congruente, que permita la apertura y expresión constructiva de emociones y el manejo armónico de diferencias.

La forma en la que nos comunicamos se aprende (inicialmente) durante la infancia a través de la familia y de nuestra manera de comunicarnos depende nuestra calidad de vida.

Familia

La familia tiene una importancia crucial para el individuo pues es ahí donde se forma la mayor parte de su personalidad y de sus ideas sobre sí mismo y sobre el mundo (ver autoconcepto, autoestima y visión de mundo). Aunque como ya se vio el individuo tiene la oportunidad (y la responsabilidad) de actualizar funcionalmente su autoconcepto /autoestima. Satir (1998) habla sobre la familia ideal como aquella que pueda: comunicarse con claridad, cooperar en vez de competir, capacitar en vez de subyugar, fortalecer la exclusividad individual en vez de catalogar, usar la autoridad para dirigir y alcanzar lo adecuado en lugar de obligar la obediencia mediante la tiranía del poder. Amar, valorar y respetarnos plenamente. Ser responsables personal y socialmente. Usar los problemas como retos y oportunidades para encontrar soluciones creativas. Como se ve, es en una familia donde aprendemos inicialmente a comunicarnos (tanto interna como externamente) en el transcurso de la vida seguimos comunicándonos y la calidad de la vida depende de esta comunicación, de ahí la importancia de contar con alguien con quien esta comunicación pueda ser abierta y honesta.

Comunidad

La comunidad es el espacio donde el individuo sin dejar de serlo pueda convivir con los otros.

La comunidad primaria es la familia y a lo largo de la vida vamos experimentando distintas comunidades.

Para Frankl la comunidad es aquella donde cada individuo aporta al colectivo algo de manera única y donde esta unicidad sólo tiene sentido en lo colectivo.

El sentido de toda unicidad personal del hombre reside exclusivamente en lo que ella significa para un todo superior. Por donde el sentido de la existencia personal en cuanto personal, el sentido de la personalidad humana en cuanto personalidad apunta más allá de sus propios límites, apunta hacia la comunidad; en su orientación hacia la comunidad trasciende de sí mismo el sentido del individuo (Frankl, 2018).

La mayoría de los autores afirman que el crecimiento del ser humano va de lo indiferenciado inconsciente a la unidad consciente. Una persona sana es aquella que cuenta con un sentido de sí mismo individual desarrollado y al mismo tiempo cuenta con una buena capacidad de integración social.

Es en la comunidad donde se ve al igual que en la vocación un cruce entre el eje vertical y el horizontal. Donde la individualidad y los atributos de una persona se vuelcan y cobran sentido al servicio de lo colectivo. Podemos decir que una comunidad nutricia es aquélla que representa un reto, un compromiso al individuo para desarrollar sus talentos individuales.

Powell (2012, P41) resalta la importancia de la comunidad en el desarrollo personal “lo que yo soy en cualquier circunstancia dentro del proceso de mi conversión como persona será determinado por mis relaciones con aquellos que me aman o que se niegan a amarme, con aquellos a quienes amo o a quienes niego a amar”.

En resumen, el individuo crece generalmente en una familia a la cual no elige y en cuya interacción se forman los elementos más importantes de sus imágenes primarias, tanto de sí mismo como del mundo, sin embargo, tiene la capacidad de transformar de manera más conscientemente las comunidades donde elige interactuar junto con su forma de comunicación tanto interna como externa.

Sentido de pertenencia

Para sentir pertenecer a un grupo es necesario tener un vínculo afectivo y un sentido de identificación con los símbolos e imágenes de dicho grupo.

Tajfel (1978, P 443) citado por Brea (2014) define la identidad social como “aquellos aspectos de la imagen del yo de un individuo que se deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo o grupos sociales juntamente con el significado emocional y valorativo asociado a esta pertenencia”.

Así mismo Brea (2014) citando al sociólogo Manuel Castells (1997), le da a la pertenencia un significado de identidad que proporciona sentido y cobijo a las acciones cotidianas en una complicidad definida por lenguajes comunes. Se generan códigos compartidos para la interpretación de la realidad, valores, patrones de conducta, estilos de vida y formas de pensar y de sentir que acotan las acciones del diario vivir en conjunto con los demás.

Para Schutz (Schutz, 2001, P34), el elemento clave en el sentido de pertenencia es la inclusión “La necesidad de ser incluido se manifiesta como el deseo de que se repare en nosotros, atraer la atención y la interacción.”

La pertenencia a un grupo, en especial un grupo significativo impacta principalmente en el sentido de identidad del individuo, pero también y dependiendo de la profundidad y continuidad de su interacción con éste, en su visión de mundo, valores, formas de pensar y de actuar e incluso en su sentido de vida.

Cultura

La cultura es el contexto en el que vivimos, se ha ido transformando y seguirá transformándose junto con nosotros, nuestras creencias, valores, nuestros regímenes políticos, sistemas educativos y económicos.

Podemos decir que la cultura es la forma como se manifiesta la psique colectiva en cierto lugar y tiempo. Dentro de la cultura persiste el conflicto entre la tendencia a diferenciarse y la tendencia a integrarse del individuo. Las diferentes culturas van resolviendo algunos problemas del pasado y generando al mismo tiempo nuevos problemas.

Uno de esos problemas en la cultura de consumo actual es la falta de contacto, el individuo se vive a sí mismo y a los demás como un producto perdiendo la capacidad de establecer un contacto sujeto-sujeto.

Para el sociólogo Zigmunt Bauman (2007) la sociedad de consumo actual hace que el individuo con una visión de mundo de mercado se vea a sí mismo como producto y vendedor de dicho producto.

Destaca como el boom de las redes sociales encontró eco en la necesidad de hacer público lo privado y promover al individuo en una sociedad de poco contacto directo.

En la sociedad de consumidores nadie puede convertirse en sujeto sin antes convertirse en producto, y nadie puede preservar su carácter de sujeto si no se ocupa de resucitar, revivir y alimentar a perpetuidad en sí mismo las cualidades y habilidades que se exigen en todo producto de consumo. La “subjetividad” del “sujeto”, o sea su carácter de tal y todo aquello que esa subjetividad le permite lograr; está abocada plenamente a ser y seguir siendo un artículo vendible (Bauman, 2007, P25).

El contacto humano se va perdiendo y distorsionando cuando con la mentalidad de consumo se busca incluso a la pareja.

Está claro que quienes recurren a las agencias de Internet en busca de ayuda han sido malcriados por el facilismo del mercado de consumo, que promete hacer de cada elección una transacción segura y única, que no generará obligaciones a futuro; un acto “sin imprevistos” y “sin ulteriores gastos”, un gesto “no vinculante” por el que “nunca nadie lo llamará”. El efecto secundario (o para usar la expresión de moda, “los daños colaterales”) de esa vida de niños mimados – de riesgo mínimo, responsabilidad reducida o eludida, y subjetividad neutralizada a priori –ha demostrado ser, sin embargo, una notable discapacidad social (Bauman, 2007, P30).

En cada época existen promotores del cambio, gente que cuestiona lo existente y propone algo nuevo.

Richard Sennet manifiesta como las aspiraciones del grupo de los sesenta se han visto realizadas de una manera torcida en la cultura actual.

La Declaración de Port Huron, documento fundacional de la Nueva Izquierda en 1962, era tan severa con el socialismo de Estado como con las corporaciones multinacionales; ambos regímenes parecían prisiones burocráticas. En parte, la historia satisfizo los deseos de los redactores de la Declaración de Port Huron.

Los regímenes socialistas de planes quinquenales y control económico centralizado desaparecieron. Otro tanto ocurrió con la empresa capitalista que proveía de empleos para toda la vida y suministraba los mismos productos año tras año. Y lo mismo sucedió con las instituciones del Estado del bienestar como las encargadas de la salud y la educación, que se hicieron más flexibles en la forma y redujeron su escala. En la actualidad, la meta de los gobernantes, tal como lo fuera para los radicales de hace cincuenta años, consiste en desmontar la rígida burocracia. Sin embargo, la historia satisfizo de manera retorcida los deseos de la Nueva Izquierda. Los insurgentes de mi juventud creían que desmantelando las instituciones lograrían producir comunidades, esto es, relaciones de confianza y de solidaridad cara-a-cara, relaciones constantemente negociadas y renovadas, un espacio comunal en el que las personas se hicieran sensibles a las necesidades del otro. Esto, sin duda, no ocurrió. La fragmentación de las grandes instituciones ha dejado en estado fragmentario la vida de mucha gente: los lugares en los que trabajan se asemejan más a estaciones de ferrocarril que a pueblos, la vida familiar ha quedado perturbada por las exigencias del trabajo, y la migración se ha convertido en el icono de la era global, con más movimiento que asentamiento. (Sennet, 2006, P5).

Análisis de los datos

Posterior a las entrevistas, y con base a los resultados obtenidos se observa que aun cuando cada participante vive de diferente manera la interacción social, está es muy relevante respecto al bienestar expresado en las entrevistas. Cuando alguno de los entrevistados hacía mención del impacto que la comunicación ya sea con otro o consigo mismo tenía sobre él, se refería primordialmente al componente relacional de la comunicación. De aquí que este trabajo en síntesis recoge la importancia de revisar y generar nuevos y más amorosos patrones de comunicación (tanto interna como externa).

Se confirma la importancia del Contacto como única forma de experimentar el mundo y de crecimiento Como exponen los Polster de manera clara: Desde la umbilectomía, cada uno se vuelve un ser aparte que busca unirse con lo que es diferente de él. Nunca más volveremos al Paraíso simbiótico originario; paradójicamente, nuestro sentido de unión depende de un acrecentado sentido de separatividad, y esta paradoja es la que tratamos de resolver constantemente. La función que sintetiza la necesidad de unión y de separación es el contacto. A través del contacto, cada persona tiene oportunidad de encontrarse nutriciamente con el mundo exterior (Polster E y M, 1991, Pág 103). Hay consenso en que el mundo actual en general y Monterrey en particular se vive de manera acelerada, privilegiando el hacer para él tener sobre el ser y se ve también una búsqueda de nuevas formas de vivirse.

Hallazgos

Podemos sintetizar que el sentido de pertenencia es un proceso continuo que tiene que ver primero con la identificación con un autoconcepto individual e inicialmente grupal con la familia de origen y que mediante la interacción social va generando nuevos autoconceptos colectivos (ej mi familia, mi equipo de boliche, mi grupo de yoga, mis amigos del trabajo, etc). Tanto el autoconcepto individual como los colectivos son dinámicos y se alimentan unos a otros, permitiendo al individuo y a los grupos cambiar de ropaje o evolucionar con el paso del tiempo y con las experiencias individuales, entre los miembros del grupo y con otros grupos.

Algunas interacciones son más gratificantes y nutricias que otras y el nivel de gratificación depende de que tanto el individuo puede conservar los rasgos que le hacen único y al mismo tiempo aportar desde esta unicidad al grupo, permitiendo de esta manera el crecimiento tanto del grupo como del individuo.

La autenticidad tiene mucho que ver con la capacidad del individuo de expresarse de acuerdo con su propia unicidad y por ello es un factor importante de la comunicación nutricia.

Por otro lado, las interacciones más tóxicas son aquellas donde ya sea el grupo, el individuo o ambos frustren sus potenciales en aras de conservar el vínculo. Esta capacidad de nutrir o de ser tóxico dependen fuertemente de las capacidades de comunicación y de los autoconceptos / autoestima de los miembros del grupo.

Es fácil entender la idea de meme como una idea que tiende a propagarse si vemos cómo esto sucede con las caracterizaciones por lo general cómicas que se difunden en las redes sociales. Un Meme es cualquier idea, pensamiento, palabra o concepto, cualquier cosa comunicable.

Lo interesante viene cuando estos Memes se propagan y evolucionan tal como hacen los genes, generalmente somos parte de ello de manera inconsciente y así hoy por ejemplo, poca gente desconoce lo que es un iphone o quien acuñó la frase “build the wall” hay conceptos que tienden a desaparecer o transformarse, por ejemplo un niño o joven de hoy no sabe lo que es un “fax” o un “organillero” y en el mismo sentido una persona de la época feudal no reconocería los términos “elecciones” o “familia homoparental”. Propone Csiksezentmihalyi (2008) que, si bien hasta ahora la evolución de las ideas ha sido básicamente inconsciente, es necesario tomar el timón si es que queremos mejorar las perspectivas de la humanidad en temas como el calentamiento global y la extinción masiva de especies que amenazan directamente nuestra calidad de vida y en especial la de las siguientes generaciones.

Tomar este timón coincide con la forma de vida Gestáltica en cuanto a saber reconocer nuestras verdaderas necesidades y tener capacidad crítica respecto a la mercadotecnia y la presión social. Cuando se escucha con plena atención al otro y cuando me abro sin miedo ante ese otro, la separación con ese otro desaparece y surge el contacto.

Ser una persona auténtica implica definir un rumbo propio, saber lo que se quiere, lo que se necesita y sobre todo cómo darse a los demás de la manera más gratificante, no solo respetando su individualidad sino gracias a esta individualidad, son claves para una vida plena y para contribuir en la evolución Memética.

La calidad de la vida depende de la narrativa interna por un lado y de las emociones asociadas a esa narrativa por el otro, los hechos que componen la narrativa pueden no variar, las interpretaciones de esos hechos son subjetivas y dependen de la cosmovisión de la persona, en el centro de esa cosmovisión es su autoconcepto. La evolución de ese autoconcepto, es decir la evolución consciente del Yo, es el reto y la oportunidad.

Conclusiones

El énfasis en la cultura actual hacia lo externo genera un desconocimiento e incapacidad de contactar con uno mismo, generando un vacío que se refleja en una vida superficial volcada a la distracción, al ruido y la prisa como mecanismo para evitar sentir dicho vacío y que paradójicamente lo perpetúa.

Es común encontrar personas adultas con bajo sentido de vida, enfocados casi exclusivamente en el logro económico y al culto a la autoimagen y que al entrar en crisis ya sea por la pérdida de la pareja, del estatus o algún otro duelo, buscan ayuda. Estas crisis son una oportunidad de darse cuenta cómo se han estado vinculando tanto consigo mismos como con los demás.

El participar en un grupo de encuentro ayuda a las personas a ver una posibilidad de interactuar de forma diferente, darse cuenta de sus miedos y conflictos, así como ver como muchos de ellos son compartidos por más gente. Presenta un reto de poner en riesgo la auto-imagen y ver cómo el simple hecho de hacerlo no solo reduce la tensión interna entre quien es y quien cree que necesita ser, sino que le proporciona nuevas maneras de ser.

Un primer paso para recuperar este contacto interno puede ser el experimentar formas distintas de comunicación, que salgan del juego de roles, que enfaticen el compartir el mundo interno de los participantes en un ambiente seguro donde este mundo interno sea respetado y donde el sujeto se acepta a sí mismo y considera su mundo interno lo suficientemente valioso como para compartirlo con los demás, con la capacidad de aceptar al otro y su mundo interno tal cual es e incluso tener la capacidad de incorporar lo asimilable de esos otros mundos internos.

El estilo de comunicación hace la diferencia, mediante la autenticidad y la confianza para compartir el mundo interno tal cual es con otra persona, generando un mayor conocimiento y aceptación propia, así como una mayor capacidad de aceptar al otro tal cual es y de ver en el otro otras formas posibles de ser, ampliando las posibilidades de respuesta ante las situaciones de vida, generando un vínculo afectivo y una identificación con ese otro y con uno mismo. Vínculos más significativos.

La cultura consumista hace por un lado difícil la interacción de persona a persona debido al valor utilitario que todo, incluyendo las personas adquiere en una cultura así, por otro lado, es cada vez más escaso el contacto directo con otro ser humano al priorizar en esta cultura el contacto virtual.

Los adultos actuales previos a la generación milenial, se encuentran en un momento donde lo que daban por cierto (en todos los ámbitos; político, religioso, familiar, científico, etc) se ha ido erosionando y ven como toda creencia nueva viene con fecha de caducidad, hasta que la nueva creencia la reemplace. Esto les hace cuestionar su visión de mundo pre-milenial y por otro lado tampoco terminan abonando en la visión de mundo de los jóvenes.

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Café Consciousness: An Innovative Approach to Gestalt Psychotherapy in Monterrey

Abstract

This study analyzes how belonging to significant groups impacts the sense of life of adults in the city of Monterrey, to discover more functional ways of relating with a Gestalt approach, through case studies. Taking advantage of the existence of a meeting group that meets weekly with communication rules that promote contact, such as: Speak in the first person, try to be honest, not make judgments, and assume responsibility for acting in the group. It is a quasi-experimental study, it uses surveys as an instrument, addressed to five participants of said meeting group, through case studies and using phenomenological and hermeneutical techniques, addresses the hypothesis of lack of significant groups in the life of adults and from here, he discovers the different ways in which they communicate both with themselves (internal communication) and with others (external communication) and investigates how these ways of communicating affect their meaning of life.

Keywords: Authenticity, Self-concept, Communication, Gestalt Psychotherapy, Sense of Belonging.